Inquieta

OFF: creo que ya comenzaron y me esperaban asi que comenzare a rolear espero que no haya problemas

ON : Estaba esperando a que Elena bajara, para que pudiera desayunar antes de irse al instituto, pero no aparecia por ninguna parte. No me quedaba mas que llamarla
-elena? donde estas? ¡llegaras tarde al instituto!- estaba segura de que ella ni siquiera me habia oido.

Finalmente luego de unos minutos bajo las escaleras y aparecio en la cocina, traia su mochila y su pelo estaba sujeto con una cinta de un color rojo intenso. Margaret ya estaba tomando su desayuno mientras yo cocinaba el almuerzo .
-buenos dias a todo el mundo! lamento no tener tiempo para desayunar- dijo un poco agitada

-pero elena, no puedes salir asi sin comer,-comere una rosquilla antes del instituto-me respondio con vivacidad en la voz-
Le dio un beso a margaret y se dio media vuelta para marcharse
-pero, Elena...-comenze a decir. pero me interrumpio
-y probablemente ire a casa de Bonnie o Meredith despue de clase, de modo que no me espereis para cenar, ¡Adios!
-Elena...- llame una vez mas, pero ella ya se encontraba en la puerta principal, mas afuera que adentro asi que no me oiria aunque le gritara

Elena...-
no alcancé a escuchar el resto, ya que cerré la puerta detrás de mi.
Salí al porche delantero. Y me detuve... Todas aquellas sensaciones que
había tenido en la mañana volvieron a abalanzarse sobre mi El miedo,
la ansiedad... pero sobre todo la certeza de que algo malo estaba a
punto de ocurrir.
La
calle estaba desierta, todo estaba en silencio, parecía como si
estuvieran vacías. Vacías de gente, pero llenas de extrañas cosas
vigilantes... Eso era lo que me hacia sentir mal, alguien o algo me
vigilaba.
Vi
algo oscuro en las ramas de un viejo membrillo que había enfrente de la
casa. Era un cuervo, como podía aquel animal hacerla sentir observada.
Ese pájaro era extraño, era el más grande que había visto nunca, era
gordo y brillante, con un arcoíris centelleando en sus plumas negras.
Podía ver cada detalle con claridad: las ávidas garras oscuras, el
afilado pico, el individual y centelleante ojo negro
"podría ser un modelo de cera, de un ave colocado allí"
pensé por lo quieto que estaba, sin embargo mientras lo contemplaba
fijamente, comenzó a sentir como me sonrojaba de a poco, podía sentir
el calor que subía por mi garganta y mis mejillas... Ese cuervo me
miraba, no como un animal cualquiera, sino del modo con que los chicos
miran cuando llevas un bikini o una blusa muy escotada... Su
mirada...era como si me desvistiera con sus negros ojos. Antes de darme
cuenta de lo que hacía, había soltado mi mochila y cogido una piedra en
la entrada
-Fuera de aquí!- grité... mi voz se escuchaba temblorosa- Vamos! Vete!- dije mientras arrojaba la piedra.
El cuervo movió sus enormes alas, hacían tanto ruido como una bandada de cuervos. Me
agache presa del pánico, cuando el pájaro voló justo por encima de mi
cabeza, el viento que produjo hizo que mis cabellos se alborotaran,
volvía a volar, luego con un graznido ronco giró y se marchó en
dirección al bosque.
Me
levante despacio, miré alrededor cohibida por lo que recién había
hecho, felizmente el pájaro se había ido, y el cielo parecía normal de
nuevo. Un leve viento agitó las hojas, aspiré profundamente, tomé mi
mochila. Unos pequeños niños salieron de una casa, riendo. Les sonreí,
volví a tomar aire y sentí una sensación de alivio... Cómo podía haber sido tan estúpida?, pensé, Era
un día hermoso, que prometía mucho, claro que nada malo iba a suceder;
excepto que llegaría tarde al instituto. Todos mis amigos me estarían
aguardando en el estacionamiento...Podrías explicarles lo que sucedió,
dije para mi misma, y luego reí... que les iba a decir...Lo siento me
detuve a arrojarles piedras a un mirón, me reí de lo estúpido que sonaba. Comencé a andar tan deprisa como pude calle abajo.